Castillo de Pilzán

Pilzán pertenecía a la taifa musulmana de Lérida y era conocido con el nombre de Balicana. Fue conquistado por Ramón Berenguer I el Viejo, aliado de los condes de Urgel y de Pallars, cuya incursión por estas tierras ribagorzanas se produjo en 1058. El conde de Urgel compró en 1067 a doña Sancha viuda de Ermengol III y su hermana de Sancho Ramíez el castilo de Pilzán y la tercera parte del de Purroy. En 1083 pertenecía a Ermengol IV de Gerp y en 1131 pertenecía a Ramón Bereguer III. Sin embargo en 1236 estaba otra vez en manos de los Urgel. También estuvo en poder de los Templarios y es posible que fueran estos los que mandasen construir su iglesia.

Sus ruinas se alzan sobre la cumbre del monte donde se asienta la población, vigilando un lado del desfiladero del río Guart y enfrente el castillo de Purroy de la Solana. Se trata de un recinto fortificado de forma trapezoidal del que sólo se pueden apreciar restos. Este recinto protegía a una esbelta torre de planta circular con funciones de vigía, construida con sillares. Se alza en uno de los ángulos y en la actualidad sólo permanece en pie una mitad vertical con pequeñas ventanas. En el lado que mira a la villa, el castillo conserva varias estancias subterráneas cubiertas por bóvedas de medio cañón, y algunos elementos defensivos ya restaurados, entre ellos un torreón.

A corta distancia, y a un nivel inferior, se aprecian vestigios de un segundo recinto defensivo, en el que estaba incluida la iglesia parroquial de San Miguel de estilo románico y datada en el siglo XIII.

Todo el conjunto ha sido restaurado y consolidado.