Descripción
El castilo de Loarre y su muralla se elevan sobre un peñasco, en un paraje excepcional de la comarca de la Hoya de Huesca. Es una de las fortalezas medievales mejor conservadas en Aragón y está considerado uno de los edificios más bellos y perfectos del Románico europeo. Castillo, fortaleza, residencia real y monasterio forman este conjunto que perdió su carácter militar al avanzar la Reconquista.
El origen de esta fortaleza se remonta a la época ibera y romana, siendo el núcleo más antiguo del actual castillo el realizado en tiempos de Sancho el Mayor, en el siglo XI. A finales de este siglo Sancho Ramírez instaló en su interior la comunidad y la abadía de los canónigos de San Agustín.
El castillo consta de un recinto amurallado y un cuerpo edificado además de una torre albarrana exterior. Del conjunto monástico destacan la iglesia de San Pedro y la cripta de Santa Quiteria, ambas ejemplos del estilo artístico denominado Románico Jaqués.
El castillo de Loarre tiene una planta poligonal que forma un pentágono irregular. Se defiende en el lado Sur por una muralla que presenta nueve torreones semicirculares. Aunque hoy no se conserva su remate este fue almenado y con adarve. La entrada principal al recinto es un gran arco flanqueado por dos torres, de las que destaca la torre albarrana de planta cuadrada. Cuenta con dos torres más: la torre Norte y la torre de la Reina, una torre de tres plantas que defendía la entrada del castillo primitivo. En el siglo XI, Ramiro I, hijo de Sancho el Mayor, ordenó levantar la torre del homenaje sobre la torre albarrana, también conocida como la torre de los Reyes. La torre de los Reyes se comunica con el camino de ronda de la muralla, tiene cinco pisos y remate almenado.
Frente a la puerta de acceso se abre el patio de armas y la gran fachada principal del castillo. El edificio posee dos plantas. En la inferior se localiza la capilla real y la gran portada por la que se realiza la entrada al interior. Al piso superior se asciende por medio de una escalinata cubierta con bóveda de cañón y abierta por ventanales con arco de medio punto. A ambos lados de esta escalinata se disponen dos estancias.
La iglesia de San Pedro aloja la llamada capilla de la Reina, la antigua capilla del castillo. Es un templo de una sola nave con crucero no acusado en planta, de grandes dimensiones si se considera la época en que fue construida. La cabecera presenta ábside semicircular muy bien conservado al igual que la gran cúpula que cubre el crucero. Bajo el ábside se ubica la cripta dedicada a Santa Quiteria y en la que se custodiaban las reliquias de San Demetrio. La cripta tiene su entrada desde la escalera principal del castillo, acceso que se protege con un crismón esculpido sobre su arco.
Sin duda el elemento artístico más relevante de la Iglesia de San Pedro y también de la cripta, es la ornamentación escultórica que viste tanto su interior como el exterior. Un total de 82 capiteles de influencia francesa y jaquesa decoran la iglesia, los ventanales con derrame de la cripta y el exterior de sus vanos. Así el ábside de San Pedro es uno de los elementos más bellos de este castillo, gracias a su altura junto con los capiteles y las columnas-contrafuerte sobre pilastras que recorren de manera vertical sus muros exteriores.
Recorriendo otras estancias del recinto como el mirador de la reina, las dependencias monacales, el pozo, el aljibe o la terraza del ábside de la Iglesia de San Pedro, se puede percibir el pasado militar y religioso de este gran castillo.